Yo no tengo la más pálida idea
de esto que está pasando
y de esto que estoy diciendo
pero es como que Anahata,
pretendiendo sublimar,
empuja el healing hacia arriba,
y Vishuddha canta lo que el cuore dicta
...destino de Gandharvas.
Y estas ganas de cogerte entre mis brazos
ya me sabe a canción,
ya me huele a pasión.
Canción que vuela,
pasión que quema.
El viento empuja la sal disuelta
por el agua que aún hierve
hasta al fin evaporarse,
invitándonos a desaparecer
expulsando tonos
tonos a los que no llegamos
por más que nos digan:
-"cantás bien"-
Uno conoce sus límites,
creo que esa es la base del autoconocimiento...
de veras,
no lo sé.
Y eso de andar creyendo cosas
para que caigan de maduras
y tener, nuevamente, que dejar de creer
me sabe a naranja agria...
software paradigmático
que en la cabeza
uno instala y desinstala,
una y otra vez.
Y al parecer
no soy el único que está loco,
ergo soy normal...
todos los días cuando me levanto me digo
Joan, no te sientas especial.
Creeme que a veces funciona
y a veces,
entre uno que otro mantra,
se me escapan los Sanskaras
y heces mentales
por la boca
diluidos en tonos estridentes...
y desaparezco
cuando tengo los ojos cerrados...
y soy el único que puede dar fe
de esto que está pasando.
¡A ser feliz, se ha dicho!
Hoy me siento a contemplarlo.
Que bonito este momento,
no existe algo más sagrado,
y lo mejor de todo:
es lo único que hay,
lo único que puede estar teniendo lugar...
y sube, y sube...
y canta lo que escribe...
y llora...
y ríe...
y sana...
y cura.
Y vuelve a desubicarse,
para que...
entre tanta perfección,
vuelva a sentirse
perfectamente imperfecto
o imperfectamente perfecto.
Que más da...
que más da que no esté dado...
entonces doy las gracias
y vuelvo a traerme
a este momento
y a este lugar
donde y cuando
todo parece ser
una sola y conveniente interpretación
de todo cuanto ocurre en realidad.
20/06/2016.